Víctor es el padre de Lautaro un niño de 12 años, el cual a cuatro días del comienzo lectivo aún no ha podido comenzar las clases. “Mi hijo fue hacer el periodo de adaptación en el Colegio Provincial Antártida Argentina, en ese lugar hizo buenas relaciones, en un momento de la semana me llaman del establecimiento, diciéndome que no puede asistir más, porque él venía de la Especial Nº2. A ellos desde esa escuela les dijeron que el cambio no se lo iban a dar, porque iba a ser un cambio muy brusco”, explicó el padre del niño.
Además, el progenitor dijo que “Lautaro desde que comenzó la primaria siempre fue a una escuela normal, desde hace dos años que iba a la Escuela Especial Nº2. Luego de dos semanas desde el Colegio Antártida Argentina nos dijeron que no lo iban aceptar. Yo le pedí que me den por escrito los porque de no autorizar este cambio, y se negaron”.
Lautaro tiene un trastorno del aprendizaje, “él puede dar las clases orales, es un poco lento para escribir, pero puede grabar las clases y demás. En casa nosotros lo ayudamos mucho para que pueda continuar” dijo la madre.
Asimismo, señaló que “en sexto nos informaron que tenía un problema de aprendizaje, en donde comenzó a ir a la Escuela Especial Nº2 dos veces por semana. Mi hijo al concurrir a ese lugar tuvo un retroceso, siempre venía con las mismas tareas y demás. Lo que me di cuenta es que las Escuelas Especiales de Río Grande los alberga hasta los 18 años y de ahí ya no pueden hacer nada, y nosotros no queremos eso para nuestro hijo”.
Victor muy enojado dijo “a mi hijo lo descartaron del sistema educativo, él tenía problemas en su escritura, pero nosotros le exigíamos lo mismos que los demás niños. Desde la Escuela Nº42 también les exigían, y todo ese esfuerzo que hicimos se frustró al asistir a la especial”.
“Mi hijo tiene una capacidad en donde la Escuela Especial Nº2 no la mantuvo. Nosotros le hicimos un examen de capacidad, en donde, la Doctora nos informó que mientras más se lo exija, él más va a dar, porque es muy inteligente”.
Continúo explicando que “Lautaro tiene un hermano de la misma edad, el cual fue anotado a la misma escuela, ellos fueron puestos en aulas distintas, pero él lo puede ayudar, y si van juntos también sería una buena ayuda”.
El niño Lautaro, expresó que: “yo hice muchos amigos, ellos se preocupan por mí, porque no estoy yendo y demás. Yo, ya no quiero ir más a la especial, siento que no avanzo. A mí me cuesta un poquito, pero me voy a esforzar lo más que pueda, mis compañeros y mi hermano me van ayudar. A los directivos les quiero decir que me siento más seguro en esa escuela y no en la otra. Yo me siento bien y le quiero decir gracias a mis compañeros por apoyarme”, finalizó el joven.
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