Si bien la cifra va bajando en los últimos años, aún son muchos los días que hay trabajar para pagar los tributos al Estado a lo largo de un año: para una familia, por caso, ese esfuerzo puede tener en 2018 un piso de 171 jornadas y un techo hasta 202. La llamada «presión tributaria» queda reflejada, como todos los años, en el estudio que publica el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

«Este año, el Día de la Independencia Tributaria en Argentina para una familia asalariada comenzó el 19 de junio y puede llegar hasta el 20 de julio, según el nivel de ingreso del hogar», comienza el trabajo que firman los economistas Nadin Argañaraz y Andrés Mir.

La «independencia tributaria» es un indicador usado a nivel mundial que indica la carga impositiva –para los trabajadores, en este caso– y cuántos días hipotéticos se deben destinar para el pago de los diferentes impuestos al Estado (nacionales, provinciales y municipales). «El valor se calcula aplicando proporcionalmente un indicador de carga tributaria sobre el año calendario, asumiendo que desde el 1º de enero se comienza a trabajar ‘para el Estado’ y obteniendo la fecha a partir de la cual un ciudadano termina de pagar impuestos y comienza a percibir ingresos para sí mismo», explica la investigación.

Siguiendo esos parámetros, el «Día de la independencia tributaria» se determina en función de los ingresos familiares: «se toman cuatro casos de ingresos hipotéticos, para una familia compuesta por un matrimonio y dos hijos, y cuyos ingresos son generados por un solo miembro que se desempeña como trabajador asalariado en el sector formal de la economía».

Mejor contexto

A pesar de lo impactante de la cifra, en 2018 y por tercer año consecutivo hay una reducción en la cantidad de días necesarios para pagar impuestos. Según IARAF, eso se debe a la actualización de los mínimos no imponibles y los tramos de las escalas del impuesto a las ganancias que afecta a empleados en relación de dependencia, a la reducción de la alícuota del impuesto sobre los bienes personales y al comienzo del cronograma de reducción de contribuciones patronales dispuesta en la ley de Reforma Tributaria.

Desde IARAF también hacen hincapié en «la necesidad de continuar avanzando en una reforma tributaria que alcance a los impuestos indirectos que afectan al consumo (como por ejemplo el IVA o el Impuesto a los Ingresos Brutos Provincial), para acompañar la reducción dispuesta en los Impuestos al trabajo a los efectos de profundizar la reducción de presión tributaria que recae sobre los niveles inferiores de ingresos».

Fuente: IARAF

Fuente: IARAF

Los impuestos tenidos en cuenta para esta medición son Aportes personales, Contribuciones patronales, Impuesto a las ganancias y a los Bienes personales, IVA, Impuestos internos e Impuestos específicos (nacionales); Impuesto Inmobiliario, Impuesto automotor e Impuesto a los ingresos Brutos (provinciales); y Contribución sobre los inmuebles, Tasa del automotor, Tasa de Seguridad e Higiene y Tasa sobre el suministro de energía eléctrica y gas natural.