Al cumplirse el día 19 de cuarentena en Tierra del Fuego, la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), organismo que nuclea a las empresas radicadas en el polo industrial fueguino, confirmó a través de un comunicado que ya comenzó las gestiones para volver a la producción.
En la misiva, que lleva de título «grave crisis en la industria electrónica por efecto del COVID-19«, la institución sostiene que «esta coyuntura encontró a la industria electrónica argentina en una situación de fragilidad que agrava fuertemente el escenario actual y futuro».
Tras una descripción en la que se indica que «el 80% del gasto total de la economía argentina no se está haciendo durante el periodo de aislamiento», AFARTE resalta que «en Tierra del Fuego, hace veinte meses que los indicadores de ventas y producción están en caída».
Además, cuestionan la «efectividad relativa» de los anuncios realizados por Nación y Provincia para los distintos sectores económicos y productivos de nuestro país, con una advertencia: «La industria electrónica de Tierra del Fuego se encuentra en una situación límite, con pocas posibilidades de sobrellevar esta crisis».
Por ello, AFARTE asegura que ya comenzó las «gestiones frente a las autoridades para que, en la medida de lo posible y siempre privilegiando la salud de la población, se pueda reanudar al menos parcialmente la fabricación de productos esenciales para el hogar», y agrega: «En ese sentido estamos trabajando en el desarrollo de un protocolo de higiene y prevención».
¿Un nuevo acuerdo como en el 2017?
Cuando solo faltaban meses para que venza el congelamiento dispuesto hace dos años (finalizaba en junio de este año) la situación en la industria fueguina vuelve a ser alarmante y las fábricas ya adelantan en este comunicado que van a buscar un nuevo acuerdo.
«Desde hace ya varias semanas estamos en constante evaluación de la situación general y en conversaciones con autoridades y los representantes de los trabajadores para analizar en conjunto posibles soluciones«, indica el comunicado, que cierra con un ruego que suena a amenaza: «Es fundamental que todos asumamos el compromiso que nos toca y que los representantes de cada sector estén a la altura de las circunstancias».
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