El fiscal Pablo Candela solicitó condenas por “lesiones graves” en relación al violento episodio ocurrido en enero pasado en la margen sur. El acusador consideró que no pudo encontrar elementos en la conducta de los agresores que indicaran un dolo homicida.
En los alegatos en el juicio oral por la violenta agresión a un hombre de 42 años y su hijo de 17 en la madrugada del 7 de enero pasado; el fiscal solicitó penas de 6 años de prisión por lesiones graves y amenazas para Federico Sebastián Arrúa; para su pareja Anahí Lorena Martínez a 5 años de prisión como partícipe primaria de lesiones graves y daños y finalmente para el imputado Jorge Andrés Insfrán, de 4 años de prisión como co autor del delito de daños y como partícipe en las lesiones graves.
El fiscal consideró a Arrúa como principal actor en la agresión de un piedrazo en la cabeza a la víctima de 42 años, quien resultó con fractura de cráneo, y en las lesiones de arma blanca al joven de 17 años.
En ese sentido consideró como colaboradores “necesarios” a los otros dos imputados, por lo que entendió estas penas elevadas para este tipo de delitos.
Finalmente, el fiscal entendió que no pudo probar la existencia de la “tentativa de homicidio” por qué de haber tenido intención de matar, “si tuvieron la intención de matar pudieron haberlo hecho, tuvieron el resultado posible y no lo hicieron”, concluyó
El tribunal dispuso para el lunes un cuarto intermedio para las últimas palabras de los imputados y luego pasar a deliberar un veredicto.
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