Un grupo de jóvenes chilenos integrantes de la Banda de Guerra del Liceo Donald Mc Intyre Griffiths los cuales formaban parte de la delegación de Puerto Williams que vinieron a participar del desfile por el aniversario de la ciudad de Ushuaia se subieron al cartel de Ushuaia para sacarse fotos uniformados con poses desafiantes, lo que genero rechazo de los vecinos en las redes sociales al considerarlo una falta de respeto, hasta el momento las autoridades municipales y provinciales no se expresaron al respecto, como tampoco fueron aun capaces de pedir a las autoridades chilenas aunque sea disculpas por el hecho.
Todo se origino en el marco del desfile por el 134° Aniversario de Ushuaia, del cual participaron numerosas organizaciones chilenas y que incluso tuvo entre sus invitados al gobernador de la Tierra del Fuego chilena Juan José Arcos, al alcalde de Cabo de Hornos, Patricio Fernández Alarcón y a una nutrida delegación educativa cercana a las 70 personas, la que estuvo compuesta por miembros integrantes del Grupo Scouts de Cabo de Hornos, alumnos, docentes, padres y apoderados del plantel educativo, ademas de la Banda de Guerra del Liceo Donald Mc Intyre Griffiths de Puerto Williams.
Precisamente, ésta última institución chilena fue la que se llego hasta el cartel de la pasarela, donde posaron y se sacaron fotografias parados sobre las letras de USHUAIA.
Esta actitud provocativa genero rechazo en las redes sociales, mas por tratarse de una comitiva oficial extranjera los cuales tuvieron esa actitud desafiante y de burla en un lugar que es utilizado como imagen de la ciudad.
Hasta el momento ni las autoridades municipales de Ushuaia, ni el Gobierno de la Provincia repudiaron el hecho, como así tampoco las autoridades chilena de la Institución involucrada manifestaron ni siquiera una disculpa publica por la forma en la actuaron los jóvenes.
Pareciera ser que ni los propios funcionarios argentinos toman una postura de defensa de los obras publicas y permiten que cualquier persona haga lo que se le antoje con un bien publico, pagado con fondos de los contribuyentes.
Es extraño que no se pida formalmente a las autoridades chilenas las disculpas del caso o que directamente ya no se los invite mas para el aniversario de Ushuaia, puesto que si algún ciudadano argentino realiza la misma acción en algún lugar publico de Chile, estaría detenido seguramente e incluso con algún proceso legal en su contra, aunque aquí en este caso ocurrido en Ushuaia, pereciera que hasta la clase política y el intendente quien es el representante de los vecinos, no fue capaz aun de expresar su repudio ante este hecho.
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