Carlos López, de 36 años, se negó ayer a declarar ante el juez Vidal en la primera indagatoria por el brutal crimen de Estela Suárez, ocurrido el pasado domingo en la capital provincial.
Así, el único sospechoso del femicidio hizo uso del derecho que le asiste por Ley y ahora continuará preso en un calabozo hasta que el magistrado a cargo de la investigación resuelva su situación procesal.
López presentaba, de acuerdo a la declaración de testigos, una «relación tóxica» desde hace tiempo con la víctima, por lo que para la Justicia está acreditado el vínculo entre ambos.
Esto fue clave para que prospere, en principio, la acusación del Fiscal interviniente contra el presunto victimario: homicidio agravado por el vínculo, mediante violencia de género.
El caso
El hecho tuvo lugar en la noche del domingo, en la casa de la hermana de la víctima, sita en calle Marcos Zar al 396, en donde la mujer y su ex pareja mantenían un encuentro que comenzó con la ingesta de bebidas alcohólicas y terminó con la brutal muerte.
De acuerdo a la reconstrucción preliminar del hecho, el hombre identificado como Carlos Gustavo López (36) utilizó un cuchillo tipo carnicero con mango de hueso para asestarle múltiples puñaladas a su ex en la zona del rostro, el cuello y el tórax.
Los familiares de la víctima dieron aviso a las autoridades, que llegaron al lugar y llevaron a la mujer al Hospital Regional de Ushuaia, donde falleció minutos después de su arribo.
Gracias a la colaboración de testigos se pudo dar con López en cercanías del escenario del crimen, y por estas horas permanece incomunicado y a diposición de la Justicia provincial.
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