El pasado 3 de abril un incendio tuvo lugar en un edificio ubicado sobre calle Prefectura Naval Nº340 de la ciudad de Río Grande.
Como consecuencia del ígneo intencional provocado en el pallier la totalidad de familias que residen en el edificio debieron realizar las instalaciones eléctricas de nuevo, pero mientras realizaban esto descubrieron un fuerte olor a gar que provenía del nicho.
Sin pensarlo llamaron a Camuzzi, quien coloco un cepo y les informó que se debía a la rotura de un regulador. Esta situación se dio el sábado pasado, los vecinos realizaron los trabajados de manera inmediata, para que el dia lunes les volvieran a conectar el gas.
Las pruebas herméticas arrojaron resultado positivo, pero le solicitaron que debían todos realizar trabajos en los calefones, dado a las nuevas normativas. Ellos les indicaron que esos edificios tienen más de 30 años, “a ellos a eso no le importa, quieren que bajemos los calefones, porque están mal colocados, y que corremos peligro”.
Ante esta nueva normativo ellos les indicaron que “estos calefones están puestos por el IPV, nunca se hizo una inspección de nada en 30 años. Cuando se colocó esto quedó homologado”.
Desde Camuzzi les informaron que a partir de esta nueva normativa “tenemos que bajar los calefones 50 cm. El matriculado que nos cambió una llave de gas realizo pruebas de hermeticidad, las cuales dieron que todo estaba bien”.
Una de las vecinas indicó que “el regulador que se rompió se encuentra ubicado del medidor hacia afuera, tampoco informaron a ninguno de los moradores de las decenas de edificios del IPV que deben cambiar los calefones de lugar, esto es una vergüenza”.
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