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No se hará el juicio contra los acusados de un “robo hormiga” ocurrido en BGH

  Luego de un largo proceso que superó los cinco años, los hechos llegaron a la instancia del juicio oral y público y si bien estaba previsto comenzar con las audiencias este martes, finalmente no se harán las mismas, ya que el Tribunal integrado por los jueces Juan José Varela, Daniel Ernesto Borrone y Pablo […]

 

Luego de un largo proceso que superó los cinco años, los hechos llegaron a la instancia del juicio oral y público y si bien estaba previsto comenzar con las audiencias este martes, finalmente no se harán las mismas, ya que el Tribunal integrado por los jueces Juan José Varela, Daniel Ernesto Borrone y Pablo Martín Bramati resolverán el caso en las próximas horas, con la lectura del expediente.

 

Una de las personas imputadas, identificada con la sigla “S”, está procesada por el delito de encubrimiento agravado por haber sido cometido con ánimo de lucro, por el intento de comercializar los productos sustraídos en la fábrica. En tanto, los otros imputados identificados con las iniciales “V” y “G”, fueron procedas por el delito de encubrimiento, por adquirirlos a sabiendas de su procedencia ilícita.

 

Por entender que con lo asentado en el expediente era suficiente para demostrar la responsabilidad penal de los acusados, y estimar que en el desarrollo del debate oral no se produciría nuevas pruebas, el discal, Jorge López Oribe ofreció en su momento el mecanismo de omisión de debate, aceptado por la defensa previa al inicio del juicio oral.

 

Cabe indicar que este mecanismo solo está permitido para delitos cuya pena no superen los tres años de prisión.

 

Antecedentes de los hechos

Si bien no logró precisarse con exactitud la fecha en la sucedieron los acontecimientos, pero que se estima fue los días 17 de febrero de 2012 y 19 de marzo de 2012, sin ejercer fuerza sobre las cosas ni violencia física sobre las personas, autores ignorados se apoderaron ilegítimamente de siete mil quinientas (7500) memorias para teléfonos celulares marca Motorola que se encontraban en el depósito de la empresa electrónica BGH SA, ubicada en la zona del parque industrial de la ciudad de Río Grande.

 

Posteriormente, y a partir de la investigación realizada se amplió la denuncia original haciendo saber que también se habían sustraído diversos apartaos telefónicos, así como de computación, elementos de cobre y de aire acondicionado entre otros que se utilizan en la empresa.

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