Haber derrotado al Covid-19, salir con bien de terapia intensiva, lograr ser más fuerte que el virus, es una experiencia traumática que cuesta contar, pero algunos necesitan hacerlo.
Vecina de Río Grande, Gabriela Gaona relató su experiencia de 14 días en terapia intensiva y los dos últimos días que estuvo consciente. El 14 de agosto salió de la Unidad de Terapia Intensiva –UTI- del Hospital Regional Río Grande y decidió compartir su vivencia para que la gente tome conciencia del verdadero infierno que es tener Coronavirus.
“No se cómo me contagié ni de dónde vino el foco, pudo haber sido una persona de Ushuaia o alguna persona de acá de Río Grande que me pudo haber contagiado o bien, una simple gripe que por dos semanas estuvo incubando en mi cuerpo y se convirtió en COVID-19 y allí directamente me llevaron a Terapia Intensiva”, relató la vecina en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina.
“Gracias a Dios fui una de las pocas sobrevivientes de Terapia Intensiva con Coronavirus ya que muy poca gente puede salvarse de la terapia. Muchas cosas me enteré por mi esposo ya que los médicos le decían que yo no resistiría al respirador, que necesitaría más drogas o comentarios como ‘de esta noche no va a pasar’; todos los días escuchar lo mismo, que mi cuerpo no iba a aguantar, fui una de las pocas pacientes que pudo estar boca arriba porque la mayoría de los internados en la UTI estaban boca abajo o de costado. Quiero contarle a la gente que es lo peor que le puede pasar estar en una situación así”.
El viernes 31 de julio le hacen el hisopado “y me mandan a mi casa; al otro día, el sábado, me sentía muy mal y ya no podía respirar, es como que me faltaba el aire y el domingo 2 de agosto me hacen otra placa y el lunes me pasan a Terapia Intensiva”, relató.
“Mi cuerpo ha quedado destruido”
Gabriela Gaona aseguró que tras su paso de 14 día en Terapia Intensiva, “mi cuerpo ha quedado destruido y lo quiero contar a la gente para que tome conciencia porque la verdad es que nadie sabe lo que es esta enfermedad y de la que no hay vacuna, la verdad es que los médicos hacen todo lo que pueden para salvar a la gente. En mi caso también tengo patologías de base, soy hipertensa, y el hecho de haber pasado 14 días en Terapia Intensiva en estado muy grave, le quiero decir a la gente que se cuide de todo, que usen el barbijo, el alcohol en gel, que mantengan la distancia con otras personas. Yo me cuidé muy bien los cinco meses de la pandemia, pero en la última semana de julio me descuidé y me contagié”.
“A veces veo que la gente no se cuida, se junta, juegan al fútbol o sale sin barbijo o tapaboca, a esa gente le digo que debe cuidarse porque uno nunca piensa que le pueda pasar a uno, pero pasa y muy rápido”, recomendó.
Resumió que “a diferencia de otras personas, mis síntomas fueron claros y evidentes, no podía respirar, sentía mucho frío y escalofríos. En el hospital, primero te ponen oxígeno y después te pasan a respirador con medicación. Estuve dormida casi 14 días en un lugar donde había muchísima gente”.
Agregó que “con el COVID-19 ahora también soy diabética porque me saltó esa enfermedad nueva para mí, además de ser hipertensa y tener exceso de peso. Ahora tengo que comer sin sal, sin azúcar y sin nada; tengo un montón de medicamentos recetados y la verdad es que me cuesta un montón levantar los brazos; pero estoy viva, eso es lo importante”.
“Tengo el cuerpo destruido, muerto, solo la mente trabaja, el cuerpo no se recupera tras una terapia intensiva, es muy difícil. Hay gente que sale de la terapia y muere, porque no puede recuperarse”, observó.
También su piel quedó deteriorada por los días que pasó inmóvil. “Ahora, después del COVID, tengo que tomar pastillas para el corazón, para el colesterol y debo prepararme para diálisis por el cuadro de diabetes que adquirí. También tuve un pre infarto mientras estuve internada”, contó.
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