La entrada del centro invernal fueguino Cerro Castor conocido en todo el mundo por sus virtudes únicas, mantiene una característica que poco tiene de nueva y que se transforma cada año en peligro latente: ante la falta de plazas para estacionar, sus clientes dejan sus vehículos»tirados» a la vera de la Ruta 3.
Y lo de autos «tirados» no es una expresión. Así aparecen, casi abandonados y a centímetros de una Ruta Nacional, decenas de autos y camionetas obligando a implorar que no ocurra una tragedia.

Quienes transitan por esa ruta, y en un tramo bastante largo y peligroso, tienen que hacerlo sorteando las curvas tapadas de nieve y por si fuera poco durante unos cuantos kilómetros también deben estar atentos a estos rodados.
Lamentablemente, todo el control y el orden que debería establecerse en un lugar tan importante como peligroso, como lo es la entrada a este centro invernal, está deslindado a un simple cartel indicador que reza la prohibición de estacionar en la zona; cartel que, por cierto, nadie respeta.
Tampoco hubo novedades este domingo de las autoridades nacionales como Gendarmería, que supo tener a su cargo el control en la zona y que el año pasado notificó a decenas de imprudentes por este mismo accionar, incluso colocando cartelería en los coches mal aparcados.

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