En esta línea, Pereyra explicó que la producción está resentida debido, entre otras cosas, al congelamiento en las tomas de agua.
Sobre la situación, indicó que “hemos tenido y tenemos jornadas que son muy difíciles para la institución”, y siguió: “esta ola polar que se extiende nos afecta notablemente”.
“El Arroyo Grande, el Arroyo Esperanza y el Pipo se congelan, se congelan las tomas de agua y, más allá de que hacemos trabajos para tratar de evitar esta situación, cada uno de esos trabajos demanda un tiempo, tiempo en el cual no se puede producir el agua necesaria que uno está acostumbrado”, precisó.
Al mismo tiempo, manifestó que “se suma que estas bajas temperaturas congelan el suelo y, en ese congelamiento, las cañerías se ven resentidas y han aparecido una innumerable cantidad de pérdidas de agua que debemos atender y que son muy complejas porque el suelo se encuentra congelado”.
En relación a esto, recalcó que “hay sectores que tienen baja presión o que no tienen servicio, pero esto no es a partir de una decisión o de un corte de la institución”, y remarcó que “estos cortes programados serán notificados e informados”.
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