Se trata de un guanaco de fibra de vidrio, obra del escultor Lautaro López, que se erige como un símbolo de la fauna local y un recordatorio para los conductores sobre la importancia de reducir la velocidad y conducir con prudencia.
La instalación de esta escultura fue posible gracias al trabajo colaborativo de la Dirección de Desarrollo Sustentable y Ambiente, la Dirección de Servicios Públicos, la Dirección de Parques y Jardines y la Dirección Provincial de Energía (DPE). Además, contó con el valioso aporte de productores locales como Gassman y Fabio Páez, quienes contribuyeron con donaciones para hacer realidad este proyecto.
El guanaco, con su postura característica, no solo representa un homenaje a la fauna de la región, sino que también se suma al embellecimiento de la ciudad y se convierte en un nuevo punto de referencia para visitantes y vecinos.
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