En estos espacios, donde asisten aproximadamente 3.000 familias de la ciudad, el Municipio busca garantizar que los alimentos que se distribuyen sean de calidad y nutritivos, priorizando el bienestar de los vecinos y vecinas más vulnerables, teniendo una mirada especial en los niños y niñas que integran cada familia.
En esta línea, se implementaron en conjunto con la Secretaría de Salud, diversas capacitaciones sobre manipulación segura de alimentos, donde se otorgaron certificados de manipulación de alimentos a las y los responsables y colaboradores de cada comedor y merendero a quienes se les proveyó de conocimientos y herramientas para asegurar que se cumplan los estándares sanitarios y nutricionales en su labor diaria.
El trabajo en territorio del Municipio junto a los comedores y merenderos permite, además, detectar problemas de salud e inconvenientes de diversa índole que atraviesan las familias.
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